Lo que lleva la masa
harina UNA TAZA Y EXTRA PARA ENHARINAR
sal UN POQUITITO ASI
manteca bien fría 100 GRAMOS
queso crema 120 GRAMOS
cortapasta de 6 cm de diámetro
placas para horno forradas con papel manteca.
Lo que lleva el relleno
queso rallado MEDIA TAZA
jamón cocido, picadísimo 100 GRAMOS
mostaza UNA CUCHARADITA
queso mantecoso, picadito 100 GRAMOS
pimienta negra A GUSTO
sal A GUSTO.

Ponga sobre la mesa la harina, la sal y la manteca bien fría y cortada en trozos. Tome el mezclador de harina (o 2 cuchillos
sin serrucho) y corte la manteca sobre la harina hasta convertir todo en un granulado parecido a una arena gruesa. Pase el
granulado a un bol, agréguele el queso crema y mezcle con un tenedor hasta formar un bollo de textura irregular. Póngalo en
una bolsita y llévelo a la heladera

El bollo debe permanecer en la heladera hasta que esté bien firme, para poder estirarlo. Si fuera necesario, déjelo hasta
el día siguiente. Para preparar el relleno: ponga en un bol el queso rallado, el jamón cocido picado, la mostaza, el queso
mantecoso también picadito, pimienta negra de molinillo y sal a gusto. Mezcle suavemente con una espátula de goma o tenedor
hasta obtener una pastita bien integrada.

Pasado el tiempo indicado (no contado en el relojito), retire la masa de la heladera y estírela por partes, bien finita, enharinando
previamente la mesa y también el palote. Despéguela de la mesa utilizando una espátula. Córtela en discos con un cortapastas
de unos 6 centímetros de diámetro, aproximadamente (si las quiere tamaño copetín). Una los recortes sin amasar y siga haciendo
más discos.

Distribuya los discos sobre la mesada o mesa enharinada y, con una cuchara sopera, vaya colocando un montoncito de relleno
en el centro de la mitad de los discos. Tape el relleno con otro disco (de los que quedaron libres) y presione bien los bordes
con sus deditos. Vuelva a presionarlos utilizando un tenedor bien enharinado. Emprolije los bordes con un cortapastas. Quedarán
como minitarteletas.

Una vez listos, distribuya los pastelitos sobre placas previamente forradas con papel manteca, sin enmantecar ni enharinar.
Cocínelos en horno precalentado caliente hasta que la masa se note sequita, crujiente y dorada. Una vez listos, levántelos
con la espátula... ¡y siga cocinando más! Estos pastelitos de queso son deliciosos calientes, tibios o fríos. Y se pueden
acompañar con una cerveza fresca o con vino blanco.

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