75 g de trigo bulgor
75 g de manteca
1 cebolla picada
1/2 kg de pollo picado
50 g de orejones de albaricoque (damascos), picados
25 g de almendras blanqueadas picadas
1 cucharadita de canela en polvo
1 cucharadita de pimienta de Jamaica
1/2 vaso de yogur griego
1 cucharada de cebollino fresco, picado
2 cucharadas de perejil fresco, picado
6 láminas grandes de pasta filo
sal y pimienta negra molida
cebollino para adornar

Precaliente el horno a 200ºC.
Ponga el trigo bulgor en un cuenco con medio vaso de agua hirviendo.
Deje en remojo 5-10 minutos, hasta que el trigo absorba el agua.

Derrita la mitad de la manteca en una sartén y, a fuego lento, sofría la cebolla y el pollo hasta que se doren.

Agregue los orejones de albaricoque (damascos), las almendras y el trigo bulgor, y deje dos minutos más.
Aparte del fuego, y añada la canela, la pimienta de Jamaica, el yogur, el cebollino picado y el perejil.
Salpimiente.

Funda el resto de la manteca.
Extienda la pasta filo y córtela, en redondeles de 25 cm.
Manténgalos tapados con un trapo húmedo para que no se sequen.

Tenga preparado un molde desmontable de 24 cm de diámetro.
Forre la base con 3 círculos de pasta filo, pintados con manteca.
Vierta sobre la pasta la mezcla de pollo y cubra con los otros 3 redondeles, también con mantequilla.

Arrugue el resto de los redondeles y colóquelos sobre la empanada.
Píntelos con la manteca que le haya sobrado.
Hornee la empanada media hora, hasta que esté crujiente y dorada.
Este plato se puede servir caliente o frío en triángulos y con cebollinos.